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Mostrando entradas de agosto, 2017

12 años

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¿te acuerdas la canción de nuestra muerte? Hoy la escuché y me devolví 12 años en el tiempo. Volví a entrar a esa habitación y recordé lo que sería el ultimo adiós, esa sonrisa que se apagaba. Aún no lo sabía, pero esa sería la última vez que te vería, la última vez que escucharía tu voz. te apagabas y no me percaté, no me pegué a ti como debí haberlo hecho. Eramos dos niños, no teníamos las herramientas suficientes para lidiar con esos líos de la vida. Te fuiste y me dejaste y la sensación de abandono no se va. ¿Qué hago con los planes, las promesas, los sueños?. Hoy cerré los ojos buscando el escozor en el pecho, el dolor de la herida que no sana y encontré una costura que cicatriza, no sangra, no duele. Busco todo lo que en su momento sucedió y no es más que un recuerdo lejano. Hoy te escribo, porque nunca más lo hice, o no así de esta manera, te escribo no buscándote, si no dejando tu recuerdo en un espacio en el que no se va a perder. Te escribo para que quizás alguien más...

Aviso de la administración

Este espacio siempre ha buscado dar respuesta a la necesidad de expresar sin vergüenza alguna todo lo que en algún momento se ha sentido. Pero,  ¡ya no más! Este blog estará cerrado hasta próximo aviso por motivo de reestructuración.

Medellín

Las palabras se quedan cortas para poder definir todo el agradecimiento que siento ante dicha ciudad, su gente... Llevo un mes en calma, tranquila y sin dolor. Ha sido un mes feliz, lleno de cosas cheveres, de gente nueva, de amigos y risas, muchas risas. Un día como hoy, hace un año, escribí: "las palabras caen como aguacero queriendo explicar el vacío que dejas, la herida sin cura, el olvido, la tristeza aguda que punza el alma, la premura. Te siento tan ajeno que hoy te soñé olvidándome y me consolé al imaginar que tal vez yo también pueda lograrlo. Permitirle a la mente enterrar una a una las imágenes, las risas, las incontables tristezas, el cariño". Me leo y no reconozco a esa mujer. Esa mujer que era hace un año. Me leo y no la encuentro y soy tan feliz al no encontrarla. Medellín me devolvió la sonrisa, la calma, ese pedacito que tenía refundido