EL FORTUNIO DEL INFORTUNIO
Corres, corres y quedas sin aire. Recuerdas que debes seguir corriendo mientras tu ser se desdibuja entre esta carrera contra el tiempo. Corres por tu vida, por tus sueños, por quien eres y quien serás, mientras corres, frases absurdas llegan a tu mente, “Acaba de llegar mi esposo, ¡hablamos luego!”. Paras de correr y miras a tu alrededor. Te preguntas ¿cuál esposo?. Respiras, la falta de aire te está afectando, vuelves a respirar y piensas en tu vida, te permites 5 minutos de retrospectiva antes de comenzar a huir de nuevo. ¿Recuerdas aquella vez en la que estabas sentada mirando al cielo mientras tu mamá te contaba anécdotas?. Cierras los ojos y tocas tu cabeza, sabes lo que te espera, la vuelves a tocar, buscas la cicatriz, sientes miedo, dolor, los nervios vuelven, “Hijueputa” es lo único que logras decir, luego silencio. A tu mente llegan recuerdos y recuerdos y muchos más recuerdos. ¡Maldita sea! ¿no pararán nunca? –afirmas- Otro recuerdo salvaje aparece y llega a ti, t...