Bacatá.
Desde Enero, mi persona
se encontraba realizando planeaciones y cronogramas de tareas que no tienen
nada que ver con la realidad. Pero bueno, creo que en todos esos días cumplí
con mis obligaciones. Luego me dieron supuestamente hasta el sábado para tener
que volver al colegio y pues, eso significaba 3 días de vacaciones (mis últimos).
En realidad no sé en que momento se acabaron mis vacaciones, ni si disfrute el último
de ellas, eran las tres de la tarde cuando me dijeron que necesitaban que
llegara a Bacatá a las 7am del día siguiente ¿para qué y por qué? Son preguntas
que no me quisieron responder. Cuando ingresé al colegio ese jueves, me dijeron
que los estudiantes llegaban a las 7:30 y teníamos que hacerles una bienvenida,
que tocaba hacerles una lúdica y en ese momento me perdieron, mi cabeza arrancó
a pelear por la “casualidad” y bien ustedes me conocen, soy un ser muy
quejetas. Me tocaron los chicos de séptimo, octavo y noveno. (todos juntos en
un salón) y allí arranqué a ganarme problemas sobre lo que un docente NO debe
hacer, por ejemplo:
Un docente no se puede sentar en la mesa.
Un docente no puede hablar con lenguaje callejero, sólo el
lenguaje más refinado (por ende a un autor no puedo decirle ese man)
Un docente no puede romperse y tiene que ser una imagen fiel
a la institución.
Eso entre otras perlas que aprendí ese día y regaños que me
gané, salí enfurruscada del colegio. Aún sigo entender porque necesitan que me
vista como una persona mayor, porque censuran los jeans y los tenis, porque
debo recogerme el cabello o para tenerlo suelto debo alisármelo. Aunque
tranquilos, las prohibiciones no son sólo para mí, durante este día señalaron a ciertos estudiantes por tener el cabello largo o piercings, pantalones rotos y
en fin. Allá no existe uniforme, pero si muchas prohibiciones.
De ese día, aprendí muchas cosas, pero más allá de las
prohibiciones aprendí muchas cosas de mis estudiantes. Al día siguiente conocí
a los estudiantes antiguos, con los cuales me sentí muy incomoda y aún no
entiendo porque.
El sábado, nos hicieron llegar a las 7am para hacer un
seminario. (El cual inició a las 8am) y fue el seminario más raro que haya
tenido en mi vida. Desde que tengo memoria, en mi vida me habían hecho meditar
a la fuerza o ir a misa sin poder decir que no. A las 3:30 de la tarde salí
cansada y con muchas burlas mentales que a nadie le puedo decir aún. Pero
tranquilos, eventualmente crearé un espacio para eso.
El Lunes seguimos en seminario, hasta las 5pm y para el
martes ya teníamos dirección de grupo y luego una dinámica con los estudiantes.
Ese día tuve el placer de conocer unos cuantos estudiantes muy
interesantes, de esos chinos que llevan toda la vida juntos y los echan del
mismo colegio y terminan allá con unas ideas radicales y bien pensadas, esos
que si no fueran mis estudiantes serían mis amigos, y hablamos un buen rato,
hasta libros me recomendaron, quedé con la dirección de grupo de C5B que es décimo.
(aunque luego me la quitaron).
Ya el miércoles, supuestamente sólo tenía dos clases y me
llenaron el horario completo (y así me sucedio el jueves y el viernes), porque la otra profesora de Español no fue y yo
en mi vida he dado Español, así que comencé mis clases con como yo quisieran
que comenzarán: con literatura, en algunos lados fue bien recibida, otros de
mis estudiantes se medio quedaron dormidos, y no faltaban los que prestaban
atención y al terminar la clase me decían que mi clase les gustaba, algunos
hasta picos mandaron.
Del día de ayer, después de tener a dos chicos muy pilos en
clase de Español y que me regañaran por arrancar con Literatura, porque
supuestamente la literatura es un error uno de mis estudiantes me dijo que tenía
que bajarle al perfil o no lograría durar el año allá. Que yo no conocía a la
cuchita (o sea a la rectora) que era bien jodida con eso de que sus estudiantes
pensaran. Y pues… sigo intentado descubrir si es cierto o no.
Ánimo. Uno se equivoca mucho, pero va aprendiendo y luego le coges el tiro y te desenvuelves como pez en el agua. :)
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